Un organizador
gráfico es una forma de visual de presentar la información que destaca los
principales conceptos y/o relaciones dentro de un contenido. Han sido
promovidos por Ausubel
como un buen instrumento para poner en práctica el aprendizaje
significativo , entre las múltiples posibilidades de representación gráfica,
destacan de forma especial mapas conceptuales los y desarrollados por J.
Novak .
Teorías cognitivas que los sustentan
La Teoría de la Codificación Dual (Dual Coding
Theory) [2] sostiene que los seres humanos codifican la información
tanto en formatos verbales como no verbales. Si se atienden ambos
formatos, la información es más fácil de retener y de recordar (ej. La
información verbal y no verbal puede atenderse mediante el uso de los
OG).
La Teoría de los Esquemas (Schema Theory) [3]
afirma que dentro de la memoria humana existen esquemas o redes de
información. El uso de Organizadores Gráficos (OG) puede ayudar a los
estudiantes a enlazar el conocimiento existente, organizado en esquemas,
con el conocimiento nuevo.
La Teoría de la Carga Cognitiva (Cognitive Load
Theory) [4] sugiere que la carga o capacidad de la memoria de trabajo,
tiene un tope máximo en la cantidad de información que puede procesar.
Si esa carga se excede, el aprendizaje no se produce. Si los OG se usan
apropiadamente, puede reducirse la carga cognitiva y en consecuencia,
permitir que más recursos de la memoria de trabajo se dediquen al
aprendizaje.
La utilización de los
organizadores visuales nos permite:
Clarificar el pensamiento. Los estudiantes pueden
observar cómo se relacionan las ideas unas con otras y decidir cómo
organizar o agrupar información. Los OG ayudan a: recoger información,
hacer interpretaciones, resolver problemas, diseñar planes y a tomar
conciencia de su proceso de pensamiento (metacognición).
Reforzar la comprensión. Los estudiantes reproducen
en sus propias palabras lo que han aprendido. Esto les ayuda a asimilar
e interiorizar nueva información, permitiéndoles apropiarse de sus
ideas.
Integrar nuevo conocimiento. Los OG facilitan la
comprensión profunda de nuevos conocimientos mediante la realización de
diagramas que se van actualizando durante una lección. Este tipo de
construcciones visuales les ayudan a ver cómo las ideas principales de
un tema nuevo se relacionan con el conocimiento previo que tienen sobre
este y a identificar e integrar los conceptos clave de la nueva
información al cuerpo de conocimientos que poseen.
Retener y recordar nueva información. La memoria
juega un papel muy importante en los procesos de enseñanza/aprendizaje y
en estos, con frecuencia, se la asocia con poder recordar fechas o
acontecimientos específicos y/o conjuntos de instrucciones. Sin embargo,
la memoria va más allá de esta única dimensión (recordar), también
participa en: fijar la atención, relacionar y utilizar piezas de
conocimiento y de habilidades, aparentemente inconexas, para construir
nuevo conocimiento. Por todo lo anterior, los OG son un método efectivo,
como técnica de aprendizaje activo, para ayudar a mejorar la memoria.
Identificar conceptos erróneos. Al tiempo que un OG
pone en evidencia lo que los estudiantes saben, los enlaces mal
dirigidos o las conexiones erradas dejan al descubierto lo que ellos aún
no han comprendido.
Evaluar. Mediante la revisión de diagramas
generados con anterioridad a un proceso de instrucción sobre un tema
dado, los estudiantes pueden apreciar cómo evoluciona su comprensión,
comparándolos con las nuevas construcciones que hagan sobre este. Los OG
permiten almacenar con facilidad mapas y diagramas de los estudiantes,
lo que facilita la construcción de portafolios. De esta manera, podemos
volver a ver los OG que un estudiante construyó durante un período de
tiempo determinado, por ejemplo de 1º a 6º grado y “observar” cómo
evolucionó su estructura cognitiva.
Desarrollar habilidades de pensamiento de orden
superior. Los estudiantes necesitan herramientas que con su uso
les ayuden a autodirigir su pensamiento. Los OG pueden cumplir esta
función propiciando la organización más efectiva de este en tres niveles
de complejidad: En el 1° (quién, qué, cuándo, dónde) los estudiantes
recolectan información para definir, describir, listar, nombrar,
recordar y ordenar esa información. En el 2° (cómo y por qué), procesan
la información contrastando, comparando, clasificando, explicando, etc.
Por último, en el nivel 3 (qué pasa sí...) los estudiantes pueden
descubrir relaciones y patrones mediante acciones como evaluar,
hipotetizar, imaginar, predecir, idealizar, etc).
El conocimiento se construye, no se
reproduce. Una de las preocupaciones de los docentes a la hora de
utilizar Internet como fuente información o a la hora de decidirse a poner
a investigar a sus alumn@s, es el "cortar y pega", el rincón del vago, o
la descarga pura y dura de páginas completas de Internet que llegan desde
la web a las manos del profesorado sin que medie ningún proceso o
tratamiento intermedio, ni siquiera unas pequeñas labores de
maquillaje. Estas malas artes suelen ser fáciles de descubrir, aunque
descubrirlas no nos resuelve el problema: http://www.gestiondelconocimiento.com/conceptos_diferenciaentredato.htm.
¿Cómo conseguir que se impliquen?. ¿ Cómo
desarrollar el pensamiento crítico ?.
Mapa
mental Organigramas Diagrama de Venn Diagrama de Ishikawa o
diagrama de causa-efecto Diagrama de Pareto Líneas del
tiempo Diagramas de flujo. (Ver: Reseña de organizadores gráficos .
Eduteka)